2020: un año en reflexión
Dic 31
2020 no fue el año que mucha gente planeó. De hecho, fue el año más histórico y sin precedentes en la historia moderna. La pandemia de COVID-19 obligó a personas de todo el mundo a ponerse en cuarentena quedándose en casa, lo que resultó en el cierre de pequeñas empresas y estados en todo el país. Aparte de la pandemia mundial, Estados Unidos fue testigo de disturbios civiles y una de las elecciones presidenciales más históricas.
Al cerrar el capítulo sobre 2020, no podemos olvidar todo lo que hemos aprendido en uno de los años más difíciles. Aquí hay algunas lecciones que podemos llevar con nosotros hasta 2021.
No dé las cosas por sentado.
Tan difícil como fue estar separado de la familia y los amigos, también es un recordatorio importante para que valoremos los pequeños momentos que tenemos, como pasar más tiempo en casa con nuestros seres queridos y jugar juegos de mesa, o ver televisión en exceso. La tecnología hizo posible que las personas se mantuvieran conectadas y se podría argumentar que las personas parecían más conectadas este año que en años anteriores.
En el lugar de trabajo, desafortunadamente, muchas personas fueron despedidas debido a la reducción de tamaño de sus empresas. Pero para aquellos cuyas empresas pudieron mantener a sus empleados y lucharon a través de la nueva normalidad virtual, es un recordatorio de lo afortunados que son algunos de poder mantener a nuestras familias y lo agradecidos que deberíamos estar de tener trabajos. Estar agradecido por las pequeñas cosas es una lección que podemos llevar al nuevo año.
Adaptarse en tiempos difíciles.
A medida que las escuelas y los lugares de trabajo se trasladaron al mundo virtual, muchas personas, incluso aquellas con problemas tecnológicos, tuvieron que adaptarse a una nueva normalidad. No fue fácil, pero es un recordatorio de que debemos ser capaces de adaptarnos a cualquier situación. Además, las enfermeras, los médicos, los trabajadores de restaurantes, los conductores de reparto y otras personas que brindan los bienes y servicios que necesitamos a menudo no son reconocidos. Sin embargo, 2020 arrojó luz sobre la importancia de estas personas y cómo se adaptaron en circunstancias extremas.
La bondad, la gracia y la compasión se encuentran entre los dones más ricos de todos.
Entre los rasgos únicos de 2020 se encuentran las formas en que brillaron la bondad y la compasión: usar una máscara, quedarse en casa, practicar el distanciamiento social y protegerse mutuamente de una crisis de salud incierta.
En el trabajo y en la escuela, muchas personas tenían dificultades para trabajar o aprender de forma virtual. La tecnología no es fácil para todos. Pero, este año, la gente fue más indulgente y complaciente cuando las personas lucharon por encontrar el botón de silencio y ayudaron cuando la gente lo necesitaba.
Si bien ciertamente no deseamos repetir 2020, no podemos olvidar las lecciones y experiencias importantes que hemos adquirido y que podemos llevar con nosotros al nuevo año. Entonces, aquí está el 2021, que esté lleno de agradecimiento, consideración y amabilidad.