Haciendo tiempo para ti
19 de febrero
Cuando cambié mi diploma universitario por reuniones matutinas consecutivas, no anticipé que la transición al mundo laboral fuera difícil. Sin embargo, para mi sorpresa lo fue. Uno de los mayores cambios fue aprender a equilibrar una semana laboral de 40 horas mientras me dedicaba tiempo a mí.
En mi último año de universidad, tenía clases dos veces por semana y un fin de semana de cuatro días cada semana. Este horario me dio la libertad de hacer lo que quisiera, cuando quisiera. Sin embargo, después de que comencé a "adultarme" y trabajar, descubrí que no estaba haciendo tiempo para las cosas que disfrutaba, como ir al gimnasio. Empecé a sentirme más estresado y menos como yo. Después de varios meses, decidí que ya era suficiente. Necesitaba hacer un cambio para tener un buen equilibrio entre el trabajo y la vida. Los siguientes tres consejos me han ayudado a encontrar un mejor equilibrio en mi vida y pueden ayudarlo a usted.
- Establecer intenciones para la semana:
Al comienzo de cada semana hago una lista de mis metas y lo que quiero lograr personal y profesionalmente. Tener una idea de cómo quiero que sea mi semana me da una guía para trabajar activamente hacia mis metas. Por ejemplo, mi objetivo es normalmente levantarme temprano y hacer ejercicio cuatro veces a la semana y pasar una noche a la semana socializando con amigos o familiares. Esta es la mejor manera de sentir que estoy aprovechando al máximo mi semana en términos de mantener mi salud y mis relaciones.
- Implementar y mantener una rutina:
Una rutina es importante para lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida. Para mí, para lograr mi objetivo de hacer ejercicio cuatro días a la semana, necesito despertarme a las 5 de la mañana e ir al gimnasio antes de ir al trabajo. Hacer ejercicio temprano me da más tiempo después del trabajo para pasar el rato con amigos o familiares. Para algunos, despertarse temprano puede resultar abrumador, pero su cuerpo se adapta y pronto se convierte en un hábito. Desde que me apegué a mi rutina durante casi un año, me siento más productivo en el trabajo, menos estresado y, en general, más feliz en mi vida.
- Cambiando con sus necesidades y ajustándose en consecuencia:
Seguir una rutina es útil, sin importar cómo suceda la vida. Hay momentos en los que me quedo despierto más tarde de lo esperado y me pierdo mi entrenamiento matutino o hago un viaje largo de fin de semana y me deshago de mi rutina. Cuando esto sucede, me recuerdo a mí mismo que está bien darse un respiro y disfrutar de la vida. Luego, la semana siguiente, trato de volver a mi rutina y mantenerla.
Estos tres consejos son los que utilizo como guía, sin embargo, encontrar un equilibrio exitoso entre el trabajo y la vida se ve diferente para todos. Comprender sus prioridades y establecer metas semanales alcanzables le ayudará a encontrar el equilibrio.